"Educar es lo mismo que poner motor a una barca.
Hay que medir, pesar, equilibrar...
y poner todo en marcha.
Pero para eso
uno tiene que llevar el alma
un poco de marino,
un poco de pirata
un poco de poeta
y un kilo y medio de paciencia concentrada.
Pero es consolador soñar,
mientras uno trabaja,
que esa barca, ese niño
irá muy lejos por el agua;
soñar que es un navio
que llevará nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes, hacia islas lejanas;
soñar que, cuando un día
está durmiendo nuestra propia barca,
en barcos nuevos seguirá nuestra bandera
enarbolada".
Gabriel Celaya
15 diciembre, 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
El teu blog és molt interessant, m'alegro de tornar-te a retrobar i aixi poder gaudir desl teus escrits. Per cert, vas acabar allò que escribies fa temps, recordes?
ResponderEliminarCuida't
Una abraçada